(Roberto Fernández Terán)
Iniciada la farándula
con un teatro abarrotado,
el caudillo se solaza
al redoble de tambores.
El gentío respondía
al mensaje del pregón.
¡Viva la revolución!
¡Viva el Estado nuevo!
¡Muchas fotos!
¡vastas poses!
¡cacofonía del ruido!
¡Y, el cambio que no aparece!
Máscara nueva con porte,
para negocio de ricos,
dejando correr el oro
a bolsillos extranjeros.
La mentira ya se acaba
no se aguanta más la crisis,
trabajadores muy sabios
desnudan tanta impostura.
La huesuda ya se cierne
sobre la nueva corona,
la falacia tiene un costo
que la plebe no perdona.
Concuerdo con "Habitus Bolivianus" y me gusta mucho, por que, hace un recuento económico-social de un Estado a estrenar.Es cierto que el "proceso de cambio" tuvo muchas voces optimistas, por el viraje que iba a dar el nuevo Estado, pero, la mascarada se descubrió pronto y se desnudaron las intenciones del cirquero, los pobres espectadores se desilucionaron por que estaba diseñado para ricos.
ResponderEliminar¡Felicitaciones! ¡Sigue adelante!
Maju