miércoles, 6 de octubre de 2010

Un Recorrido por el Pasaje de los Aprendices

(Yvonne Rojas Cáceres)


Ni Cuauhtémoc, ni Coelho

Ni Neruda, ni Esquivel

Ni Brown, ni Rojas

Y mucho menos Gibran.


No con la Sopa de Pollo

Ni el Chocolate Caliente de Canfield Jack

Ni una palabra de Osho

Peor todavía el Campeón.


Ni un Peregrino Andante

Ni el maldito Judío Errante

Y menos Profetas y Troyas

Porque todos los leyó mamá.


Tal vez la Puta de Babilonia

Virgen de los Sicarios también

Quizás el Súper Hombre de Nietzsche

Y el Lobo Estepario de Hesse

Pero jamás Mi Naranja Lima

Esa de Vasconcelos

Aunque tuviera la Hojarasca

Y los Cien Años de Soledad.


Eso sí, Las Flores del Mal

Con Siglos y Luces también

Sobre unos Héroes y Tumbas

Al otro lado del Túnel

Pasando Cuidad de los Perros

Y hasta la Tierra Infernal.


Qué jodido, está costando

Ser un letrado, ilustrado

O simplemente un mortal

Metamorfosis y nauseas

Algo de Miserables

Para llenar los estantes.


Luego un encuentro con Aura

Rojo y Negro, Divina está la Comedia

Con un poquito de Christie,

Alan Poe y Conan Doyle

Refrescar la memoria no está demás.


Recuérdeme llevar clásicos

Que como el vino se añejan

Y huelen como azafrán

Dante, Boccaccio, Cervantes y Ravelais

Sentir los libros usados

Es mi manera de deleitar

El olfato del que no conoce

Pero no quiere aparentar.


Y claro, el romanticismo

Victor Hugo, Pushkin y Byron

Dostoievsky, Tolstoy y Balzac

Para andar con mis zapatos nacos

Y mis lentes de intelectual.


No se olvide de Rayuela

Y el de recuerdos olvidados

Benedetti,

Cortázar, Fuentes, Márquez,

Donoso, Ortiz y tal vez algo de Vargas Llosa.


Que quede claro que aprendo

Aunque el Boom ya esté de más

Pero no le meta Afrodita

Ni Paula, Allende me cae mal

Si bien, Casa de los Espíritus

Ya me lo pude tragar.


No me mire perplejo,

Señor de los libros gruesos

Yo me banco todo esto

Y lo que vendrá

Pero, también llevo Condorito

Para ir al baño y pasar el rato nomás.


Y para el pucho con cafecito

Onetti, Girondo y Octavio Paz

En las nochecitas sin sueño

Surrealismo que junto al horror y tragedia

Me complicaron ya.


¡Ah! Y si me llevo Quino

Ese de Mafalda y Libertad

Trato de no meterle piense

Ya que pura emoción no da.


¿Tendré que buscarme una musa?

Dicen que inspira, ¿será?

De otro modo, atar al Duende a la cama

Echarle el charle

A ver si salpico de tinta al papel

Y me dejo de divagar.


Mañana volveré al pasaje

Atiborrado de estantes

De libros grandes, pequeños

Coloridos, oscuros y negros

A ver si pillo algo más

Pues por hoy, sólo debo

Hacerme el anti poeta

Y ya.

Sabiduría Popular

(Paola Rodríguez Angulo)


No hay mal que por bien no venga

¿qué pasa ahora que no quieres venir?

¿Será que quieres que sea uno de esos pájaros

que dejaste volar por tener sólo uno en las manos?

Me preocupa que le andes viendo el diente,

mejor dicho, la vena al corazón regalado.


Pero ya lo entiendo, hasta al mejor cazador

se le escapa la liebre.

Y tú, mi hermosa liebre, ya te habrás ido

con mal paso y con prisa

cuando termine de escribirte esto.


Al fin y al cabo, no me preocupo.

Ya encontraré un gran remedio para el mal de tu ausencia.

Todos tus Lunes son Antipoemas

(G. Munckel Alfaro)


“Adesso questa linea, non è orizzonte, è troppo in alto.”

(Silvio Mignano)


Llevo montones de lunes en los bolsillos

y la cara cansada, adomingada,

llena de hastío, de no sé qué.


Son días feos,

te llueven como patadas y te parten el lomo,

el alma. Te hunden.

¡Y qué bajón, carajo!

Acabas de hocico en las veredas,

casi oliendo suelas.


Son días terribles

esos domingos y sus lunes:

Uno te va encajando rutinas de a poquito

y entonces llega el otro a tirarte al piso

debajo del horizonte.


Se meten hasta en los bolsillos:

en esa monedita que me van a robar más adelante,

en el papel para limpiarme la nariz

que está olvidado desde hace una semana

junto a otras pelusas de bolsillo.


A duras penas me lavo lo adomingado de la cara

y ya estoy con los ojos del lunes,

con esa sonrisa chueca, fingida.

No dan ganas ni de verse en el espejo,

entonces comienza la semana con la barba de la anterior.

Pero ya se hace tarde:

con suerte te tomas un vaso de leche

y de cabeza a la calle.

Ser

(Roberto Fernández Terán)


Te miro desde lo alto

dormir en tu profundo sueño.

Pero no eres tú,

soy yo,

mirándome como el espejo de una vida,

figura perfecta de armonía,

montón de vidrios astillados,

retratos de millones y de un todo,

de los todos y ninguno.

Somos muchos, en el cuarto ensombrecido

de una vida ida, que es y que no ha sido.

Sin Título

(Norah Crespo)


Me aparto de tanto ruido

Doy vueltas a las esquinas

Que rebalsan de gente

Marea de gente


En dicho intento

Se me atragantan las ideas

Mi pánico comienza

Otra vez el pánico


Así como los trapos sucios de cocina

Que se usan para limpiar las mesas

O

El examen que fue resuelto al achunte

Así le tengo pánico.

A Ti, mientras observo un Plato de Sopa Fría

(Sarahi Cardona)


Ya descubrí tu efecto en mí

porque hay en mi mesa un plato de sopa fría.


La publicidad la anunció como solución,

más o menos como tu perfume a ti.

Tu labia que pretende alardear sabiduría

es tan elocuente como esos puntitos naranjas,

sean estos zanahoria o carne deshidratada.

Tu proceder tan simple como su instantaneidad.

Tal vez caliente tenías posibilidades,

aunque la sopa se me hace intragable como tus besos.


En fin, para mí, eres tan vomitivo como esto:

un plato de sopa fría en la mesa.