viernes, 6 de mayo de 2011

Al Filo de la Inocencia

(G. Munckel Alfaro)


No me prives

de este aprendido placer

de ver cómo juegas a ser adulta.


Quédate cerca,

corre entre mis dedos

—nínfula esquiva—

hasta crecer azul

como el humo de tu estela.


Quédate cerca,

te prometo que prometeré cuidarte,

que jugaré con tu alma de muñeca,

que te guardaré el secreto de este juego.


Te prometo que prometeré abrazarte

luego de hacerle el amor a tus labios rotos,

luego de jugar contigo entre tus piernas;

pero quédate cerca.


Déjame llenarte,

inundar tu garganta

—pequeña nínfula—

hasta cargarte de mí;

pero quédate cerca.


Quiero verte terca en tu sabiduría

de niña que juega a ser adulta;

pero no me prives de tu brevedad.