(G.
Munckel Alfaro)
Cuentan que, una vez cada
tres años, los pájaros dejan de volar. Cuentan que sucede en un día en que el
cielo está completamente desnudo, en que no hay nubes ni hojas secas con el
coraje suficiente para abrazarlo. Cuentan que en ese día, alguien debe subir a
la montaña y caminar hasta encontrar la cueva en que se encuentra el origen del
viento. Cuentan que, una vez en la cueva, ese alguien debe encontrar un extraño
objeto, más viejo que el tiempo y que, con un suspiro auténtico y hecho de
brisa, debe darle cuerda a la máquina de hacer viento.