viernes, 16 de diciembre de 2011

Sin Título

(Sarahi Cardona)


La cosa, Nena, es que con unas gotitas de leche podés sacar todo el yogurt que queda en el envase, así ahorrás un poco también, además, cuando hagás las compras, no sólo comprés arroz, también comprá un poco de carne. No dejés tus zapatos en los escalones, un día te vas a caer, vos que corrés maratones en medias por toda la casa. Oye, ordená un poco las cosas, no sea que busqués algo y te retrase al salir. Ponés la lencería más sexy al lado de un oso de peluche que está en el sofá. En fin, vos sos así, un poco loca. Nunca tendés la cama y tampoco trapeás los pisos. Pero no sabés cómo me gusta imaginar que llego, que es nuestra casa y que todo ese desastre lo hiciste mientras me esperabas.

Pero no, Nena, vos no estás, esta no es una casa. Es sólo el umbral de una puerta vieja que sobrevivió al tiempo, yo soy un viejo y, mientras te hablaba, un niño distraído y travieso le dibujo un corazón a ese pedazo de madera.