(Paola Rodríguez Angulo)
Andaba la pobre muerte
Más flaca que de costumbre
Cuando lejos, entre la herrumbre
Se encontró con el docente
John tres dedos bebía
Planeando su campaña
Mientras ella lo veía
Frotándose las manos con saña
¡Quien se iba a imaginar!
Ella tan lúcida y guapa
Le lanzó el ojo al sátrapa
Para su alma afanar
Cuando llegó a su lado
Sólo un soplido bastó
El hombre tan alcoholizado
En sus encantos cayó
Desde entonces al docente
Sus alumnos lo maldicen
¡Es corrupto, aberrante!
En los pasillos repiten.