(G.
Munckel Alfaro)
Todavía me acuerdo. Es
verdad que era niño y que la vi pocas veces, pero todavía me acuerdo. Pasaron
muchos años desde entonces, pero me esfuerzo por recordarla lo mejor que puedo.
Lo más triste es que los años son largos y, lentamente, van jugando con mi
memoria, barriendo y haciendo borroso mi último recuerdo. Siento que la imagen
se pierde de a poco y tengo miedo; pero, de verdad, trato con todas mis fuerzas
de no perder lo poco que me queda de su recuerdo. Me sigo diciendo a mí mismo,
una y otra vez, que todavía me acuerdo, para aferrarme tan fuerte como pueda a
lo poco que me queda de su imagen borrosa. Y me duele saber que está ahí
afuera. Y me duele saber que no puedo verla. Y me duele en el alma este
encierro porque no puedo verla. Por eso dibujo en esta pared sin ventanas.
Dibujo un círculo enorme y, si lo pinto de blanco, es porque es el único color
que tengo. Creo que era redonda y blanca, todavía me acuerdo.