lunes, 20 de septiembre de 2010

Sin Título

(Sarahi Cardona)


La sensación que más la excita es sentir el viento en la sangre sobre su piel. Se desnudó. Abrió las ventanas. Se acostó en el piso. Subió el pie izquierdo hasta la rodilla derecha. Abrió los brazos en cruz. Todo listo, todo perfecto. El cadáver colgado en el techo chorrearía sangre casi toda la tarde.

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