lunes, 26 de julio de 2010

Soneto para Fumadores

(G. Munckel Alfaro)


Abrigado por la tibia penumbra,

Presto leve fuego a mi fría mano

Y se enciende mi rostro, cercano,

Cuando, de rojo, mi alma alumbra.


Azul, nace el humo en la sombra.

Dibuja solo, ágil artesano,

Y va perdiendo su arte temprano

En la brisa de distancias que nombra.


Flota solemne su cinta de seda,

Más ligera y libre que un pluma,

Pintando sutil, breve humareda.


Al final, entre la ficticia bruma

Y junto a la vida que aún queda,

Cae frágil la ceniza póstuma.

1 comentario:

  1. Este soneto es peligroso...hace que los NO fumadores quieran fumar.

    ResponderEliminar